Francia fluorencete Informe dominguero


La noticia de la novena jornada (sábado 13 de enero) de movilización ha sido que no hubo muerto, es tan así que los noticieros titularon todos “más gente, menos violencia”. Cuando hablan de “menos violencia” hay que entender que hubo menos vidrieras o puertas de ministerios rotas, no que haya menos gas lacrimógenos y heridos por balas de goma. Esos títulos casi sorprendidos por la “violencia menor” se entienden en vista de las múltiples provocaciones gubernamentales con ministros y presidente insultando a la gente toda la semana, sin hablar de un ex ministro llamando directamente a disparar con plomo (supuestamente es prohibido llamar públicamente a asesinatos, pero obviamente no ha sido molestado por eso). Lo que no dijeron esos noticieros es que muchos Chalecos Amarillos aceptaron por primera vez de negociar los recorridos de la manifestaciones (en Francia, el Estado autoriza las manifestaciones, y por lo tanto el sindicato o la organización tiene que negociar su recorrido previamente, cosa que no sucedía con los Chalecos ya que no tienen representantes con los cuales negociar). Es así que recibieron recorridos absurdos, por lugares donde no se les ve nadie (en Montpellier por ejemplo, una Gilet Jaune preguntaba si manifestaban para que los patos les tomen en cuenta, ya que se encontraban paseando cerca de un estanque con patos y no en el centro histórico de la ciudad). Con autorización y esos recorridos políticamente insignificantes, han sido reprimidos igual, lo que confirma que el gobierno quiere prohibir la expresión de protesta publica. 
 
El porvenir es deshacer y rehacer el mundo
Toda la semana los medios hablaron del “gran debate nacional” que quiere organizar el presidente Macron, quien escribió una carta que fija de que se debería hablar (tipo, si quieres que se baje los impuestos, ¿qué servicio publico quieres eliminar?, cuando por ejemplo la gran mayoría de la gente quiere que se restablezca el impuesto a los más ricos, pero de eso no se habla). Este “debate” es directamente inspirado del managmente empresarial : cuando las empresas necesitan limpiar su imagen dañada por los daños –sociales y medioambientales- que provocan entonces invitan a los activistas a “debatir”, lo que permite a la vez dividir (cuando no cooptar algunos) esos y hacer creer que están dispuestas a cambiar algún día (después de mucho debatir y consensuar algo, claro sin perder sus intereses). Con ese debate Macron se comporta como un CEO de una empresa depredadora, pero no creo que le funcioné muy bien ya esas técnicas de diversión son ultra conocidas (y muy bien analizadas por el filosofo Grégoire Chamayou (La Société Ingouvernable, Ed. La Fabrique, 2018). Por lo que se puede esperar más represión, incluyendo más guerra psicológica, y una movilización fluorescente que no se sabe hasta cuando puede sostenerse ya que es en muchos aspectos totalmente inédita. Mientras tanto, desde el domingo pasado ahora también hay manifestaciones de mujeres Chalecos Amarillos, lo que indica que más bien se va expandiéndose la movilización. Lo que tiene muy claro el gobierno es que si los Chalecos logran a llegar a primavera, ya es toda Europa que tendrá pueblos sublevados. 

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