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La perfidia del virus es nuestra aliada

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Se escucha que el virus es igualitario, ya que se ataca a todas las clases sociales, por un lado y, por el otro, que la pandemia es reveladora de todas las desigualdades. No creo que había necesidad de tal revelador para ver lo obvio pero admitamos que la pandemia prohíba la ceguera social, incluso la de los dominantes que jamás se interesan en quienes dominan, salvo bajo el prisma de la delincuencia, ya que esa es una potencial (no tan real) amenaza a su tranquilidad.  Y es bajo esta misma mirada egoísta que los dominantes entienden la relación entre pobreza y pandemia. De repente, la pobreza se vuelve un problema concreto para ellos (o por lo menos quienes de ellos tengan dos dedos de frente, cosa que no es muy extendido): los pobres serán un cultivo de virus mientras estén viviendo sin infraestructuras que les den espacio y condiciones mínimas de salubridad. Y, por lo tanto, los pobres serán una amenaza permanente de que vuelva siempre el virus, concretamente a través de la

Riesgo de palabras

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Usar los términos de quienes nos dominan es participar a la dominación que nos imponen.  En un texto reciente , Claudia Acuña advierte sobre el uso de las palabras y llama a no expandir la expresión “aislamiento social” ya que ese alejamiento físico sería más bien una medida de “protección social”. Podríamos agregar que hay cierta ironía a que nos imponga este “ aislamiento social” cuando los más ricos no esperaron la crisis actual para separarse del resto de la sociedad y vivir en una lejana galaxia. En los años 30 y 40 del siglo pasado, Victor Klemperer, un filólogo “judío” alemán quien quedo confinado durante todo el nazismo en Dresde (no ha sido deportado por ser esposo de una “aria”), anotaba día tras día la colonización del idioma alemán por el lenguaje nazi (que llamó en forma de broma y/o de protección –por si descubrían sus notas- Lingua Tertii Imperii, Lengua del Tercer Imperio LTI). Cuenta que un vecino judío usaba mucho la palabra “sippe” (“clan”) para designars

Todo el poder a las corporaciones

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El ya viejo lema de altermundialistas para describir el sistema capital-estado, “privatizar las ganancias, socializar las perdidas” acierta en cada nuevo pico de la crisis permanente. Por más obvio que sea, hace falta recordar el “atraco del siglo” del 2008 (pongo comillas porque el que viene fácilmente lo puede superar), con sus billones públicos para salvar bancos y aseguradoras que, a cambio, hundieron Estados, con catástrofes sociales en varios países (Grecia como paradigma).  De nuevo, se escuchan los ultras de la empresa privada hacer la apología del Estado de Bienestar al que recién ayer (literalmente) se dedicaban a destruir. Macron en Francia hizo un discurso opuesto al 180 grados con su política, en Alemania se habla de nacionalizar empresas, etcétera. Como en el 2008 y principio del 2009, cuando Bush, Obama, Sarkozy Etcétera   descubrieron billones para rescatar un sistema financiero al punto de colapsar. En ese entonces se escucharon todos los comentaristas que

El virus y la urgencia

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En los últimos días se difunde en redes una carta abierta de un biólogo francés. Su testimonio no es original ni sorprendente: va contando como, casi veinte años atrás, su equipo de investigación llegó, por casualidad, a investigar la familia de los coronas virus y como, a pesar del interés e entusiasmo del equipo por este objeto de estudio tuvieron que abandonarlo por falta de financiación. Unos managers decidieron que era un objeto de poco valor agregado y ningún rendimiento a la vista.   El managment tiene una temporalidad indexada sobre los flujos de capitales, es decir cada vez más corta, y objetivos definidos según la proyección de sus rendimientos adentro de esa temporalidad. La investigación tiene otra temporalidad y no puede tener objetivos predefinidos, sino una vaga brújula.  La investigación va deambulando y errando, y de deambulo en deambulo termina comprobando que su camino era errado o, pocas veces, certero. El manager no erra nunca, porque va buscando lo q

La contra-revolución permanente, la gestión empresarial de las revueltas populares

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En una noche de octubre de 1985 dos estadounidenses, Douglas Johnson y Jack Mangoven, se cruzan en Sao Paulo y deciden cenar juntos. Los dos hombres se conocían por haber combatidos en bandos opuestos pocos a ñ os antes, durante la campa ñ a internacional de boicot a Nestlé que denunciaba a la multinacional entre otros por inundar África de leche en polvo provocando malnutrición y muerte de miles de bebes.

Charla a un año del primer acto de los Chalecos Amarillos– Librería Sudeste

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Después de un año de movilización de los Chalecos y de represión estatal, el sorprendente movimiento francés permite entender algunos aspectos de las sublevaciones populares que esperanzan el mundo actualmente. Es también muy evidente mismos métodos de represión (policial, judicial y mediática) con distintos niveles de violencia según los países actualmente en lucha. Nos juntamos este domingo a partir de las 20h en la avenida Corrientes, 1773 delante de la liberaría Sudeste (es la “noche de las librerías”). Se podrá comprar mi ensayo publicado en mayo, que pretende ofrecer algunas llaves de entendimiento del fenómeno francés, que pueden bajar acá (cliqueando sobre la tapa):  

Francia fluorescente- Informe dominguero

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El misterio de los medios tuertos . Parece un milagro, después de dos meses de represión que alcanzó un nivel inédito y cantidad de personas que perdieron un ojo por el impacto de las balas de goma policiales, medios dominantes recuperaron la vista y de repente hablan de “violencia policial”. Fuera de la ironía, es una verdadera pregunta: ¿por qué medios que transmiten –a un nivel también inédito- la propaganda gubernamental y policial empiezan a dar cuenta de los decenas de heridas de por vida y las centenares de heridas graves que sufrieron lxs manifestantes cuando el gobierno sigue negando?   Varias explicaciones posibles. Una es que algunas encuestas muestran que la población ya descree en su gran mayoría los principales medios dominantes. Entonces, quizás haya una voluntad de esos medios de reconstruir un poco de credibilidad perdida para seguir teniendo algún peso (seria una cuestión de sobrevivencia de sus intereses ya que al perder toda credibilidad también pierden el pod