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De los pulpos espaciales a los trabajadores zombis

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Es una obviedad decirlo, desde que Estados Unidos se mete en los asuntos del mundo, hay una simbiosis entre la producción de Hollywood y las opciones internacionales de Washington. Cuando los enemigos eran japoneses y alemanes, las caricaturas malvadas eran prusianas y amarillas que se convirtieron, del día para el otro, en moscovitas. Pero hay épocas en las que los enemigos son poco claros : ¿quién es el malo de la película cuando el muro de Berlín cae y toda Europa del Este entra en el mundo feliz de la Libertad? Las pantallas de los 90’ dieron dos repuestas: el poderoso Narco –lo que era funcional a la expansión de Washington en los países latino-americanos (por ejemplos la cuasi colonia en Ecuador y la participación en la guerra civil colombiana) – y el más temible extra-terrestre (ver El Día de la Independencia, en contraposición al simpático E.T. de los 80’). En los 90’ Estados-Unidos no tiene enemigo creíble en la Tierra, por lo tanto, la amenaza tiene que venir del Cielo y

Quemar Godwin

El “punto Godwin”, supuestamente pensado para facilitar el dialogo acabo siendo un impedimento para pensar la modernidad. En los 90, el jurista Mike Godwin remarcaba que cualquier discusión en el web acaba, en un momento u otro, por una referencia a Hitler o los nazis y impedía seguir el intercambio de opiniones. En los 2000 este punto se impuso implícitamente como el lugar en donde no llegar si se quería entender el presente, quien lo haría se le decía    “¡cuidado!   reductio ad Hitlerium ”. Pero también este “punto Godwin” se extendió, y hacer referencia a la Guerra de España o en cualquier aspecto de los fascismos de los años 30 ya se había vuelto sospechoso. “No se entiende nada a los fenómenos actuales si se vuelve siempre a esos arquetipos antiguos” se decía.   Creo que este “punto Godwin” es una gran estupidez, enuncia un supuesto hecho (toda discusión acaba con la referencia) pero no explica porque aparece la referencia. Y la razón de su uso es muy simple: nuestro mundo