Riesgo de palabras
Usar los
términos de quienes nos dominan es participar a la dominación que nos imponen. En un texto reciente, Claudia Acuña advierte
sobre el uso de las palabras y llama a no expandir la expresión “aislamiento
social” ya que ese alejamiento físico sería más bien una medida de
“protección social”. Podríamos agregar que hay cierta ironía a que nos imponga
este “aislamiento social” cuando los más ricos no esperaron la crisis actual
para separarse del resto de la sociedad y vivir en una lejana galaxia.
En los años 30 y 40 del siglo pasado, Victor
Klemperer, un filólogo “judío” alemán quien quedo confinado durante todo el
nazismo en Dresde (no ha sido deportado por ser esposo de una “aria”), anotaba
día tras día la colonización del idioma alemán por el lenguaje nazi (que llamó
en forma de broma y/o de protección –por si descubrían sus notas- Lingua Tertii
Imperii, Lengua del Tercer Imperio LTI). Cuenta que un vecino judío usaba mucho
la palabra “sippe” (“clan”) para designarse a si mismo y su familia. Esa era
una palabra obsoleta venida del medioevo pero que volvió a tener vigencia a traves de la comunicación
nazi (en paralelo con el temible “untermensch” –“sub-humano”-). Es decir,
muchos judíos usaban las palabras de la administración alemana para
auto-designarse.
En español se designa como “grupo de riesgo”
el sector de la población que se encuentra más en riesgo. La expresión es
ambigua ya que por un lado suena a que fuera un sector riesgoso para el resto
de la población, y de hecho en Argentina se le ha también designado como “factor de riesgo”, lo que es estrictamente la
inversa de la situación real : hay una parte de la población que es más
vulnerable y todo el resto que se convirtió en posible portador de muerte para
ella.
Por otro lado, la regla gramática que explica esa curiosa expresión conlleva
la idea de una permanencia, se dice un “grupo de poder” (permanente) distinto
de un “grupo en el poder” (transitorio). Así que habría que entender que el
grupo actualmente en peligro es un sector de la sociedad siempre en peligro,
alejado del resto de la sociedad, o sea su vulnerabilidad lo define como grupo
Obviamente no se trata de creer un segundo
que haya un plan macabro con las poblaciones así designadas sino de apuntar a
un peligro en el hecho mismo de separar, además con palabras impropias y/o
ambiguas. Sin duda, el objetivo es salvar a esa parte de la población pero al
esencializarla como un “otro” corre el riesgo de que mañana se cambie de
opinión y se decida otra cosa para el “grupo de riesgo”. Actualmente en el
norte de Italia y en una región francesa (Alsacia), los sistemas hospitalarios
colapsados están de hecho escogiendo quienes van a atender y quienes no. Es de
prever que si llega a pasarnos lo mismo, el trabajo semántico anterior habrá
condenado a la muerte una parte de las personas designadas como “factor de riesgo”.
(Gracias a lxs amigxs de FB quienes me
ayudaron a entender unas sutilezas de lenguaje, en especial Leandro Radusky y
Mabel González.)
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