La perfidia del virus es nuestra aliada

Se escucha que el virus es igualitario, ya que se ataca a todas las clases sociales, por un lado y, por el otro, que la pandemia es reveladora de todas las desigualdades. No creo que había necesidad de tal revelador para ver lo obvio pero admitamos que la pandemia prohíba la ceguera social, incluso la de los dominantes que jamás se interesan en quienes dominan, salvo bajo el prisma de la delincuencia, ya que esa es una potencial (no tan real) amenaza a su tranquilidad. Y es bajo esta misma mirada egoísta que los dominantes entienden la relación entre pobreza y pandemia. De repente, la pobreza se vuelve un problema concreto para ellos (o por lo menos quienes de ellos tengan dos dedos de frente, cosa que no es muy extendido): los pobres serán un cultivo de virus mientras estén viviendo sin infraestructuras que les den espacio y condiciones mínimas de salubridad. Y, por lo tanto, los pobres serán una amenaza permanente de que vuelva siempre el virus, concretamente a través de...