Gramsci en bikini

Unos días atrás, unas mujeres han sido multadas en unas playas por agentes municipales de ciudades balnearias francesas. ¿El motivo? Sus trajes de baño eran demasiados largos, no se les veía las piernas ni el pelo. Cualquier que lea una información tan aberrante piensa que es un fake o que se les zafos los tornillos al alcalde de tal municipio. La información es cierta y es probable que los alcaldes que han decretado la interdicción del “Burkini” se hayan vuelto locos o derivaron tan al extremo de la derecha que la racionalidad no les alcance más. Y quizás la información sea tan ridícula que no necesita más que una carcajada sin ningún comentario. Pero yo soy a favor de tratar de entender las lógicas con las cuales se instala la extrema derecha en Francia y quizás en toda Europa. Es que por más estúpida que sea, existe una lógica que lleva a este absurdo. Recordemos que todo eso no es nuevo: son 25 años de “debate sobre el velo” en Francia, de manera que ahora la discusió...